“Forever Young”.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Este Post nace inspirado por una conversación mantenida esta mañana con una persona algo mayor que yo, una persona de la que nunca me esperaba que tuviésemos una conversación así y que me ha recordado otra mantenida, en el mismo tono, hace algo más de un mes con otra persona de su misma edad.

«Solo te diré que es muy triste llegar en ese estado a esa magnífica edad de los 50, porque en su momento no se supo crear la estrategia de vida adecuada».

Ya muy cerca de cumplir los 50, compruebo cada día como todo aquello que, durante mi juventud, me decía mi sentido común sobre cómo debía llevar mi vida estaba bien orientado, aunque no sin sufrir una dura lucha emocional contra lo que otr@s me querían hacer creer que debía hacer.

Viajaba este lunes muy temprano escuchando RNE hacia el pueblo que sería la cabecera de la ruta que había planificado para esta jornada, cuando insistían con frecuencia que durante la mañana presentarían a sus oyentes las novedades de la nueva temporada.

Bueno, ya sabes cómo son estas cosas de las promociones, de unas cosas te enteras y de otras no; sin embargo y con una voz envolvente, alguien dice algo más o menos así:

“La filosofía no es ni más ni menos que la capacidad para trabajar la reflexión, con el objetivo de tener claro quién y porque te está utilizando, para que adoptes las mejores soluciones posibles”

Los que me conocen bien me han escuchado decir muchas veces que:

“Esto es una gran mentira manejada por unos cuantos listos que se saben aprovechar de muchos inteligentes”.

Digamos que esta reflexión es la que nos permite descubrir el quien y el por qué, pero también los que me conocen bien, me escuchan decir con mucha frecuencia que solo tengo un objetivo para cada día:

“Vivir activo pero dosificando y reflexionando, para mantener la suficiente energía física y mental como para cortejar a mi mujer cada día, de forma que sea ella quien decida si sí o si no”

Por cierto, son muy poc@s personas las que entienden lo que este pensamiento significa.

Porque eso no es así de simple, ya que para conseguir que mi mujer diga sí con la frecuencia que a cualquier hombre le gusta, he de cumplir con todos esos objetivos, aparentemente menores, que un padre y marido tiene como tal, y que hacen que una mujer se sienta tranquila y segura, como para sentirse atraída por el hombre que se lo provoca de forma continua y, sinceramente, solo conozco un camino:

“Encontrar el equilibrio entre la realidad y la ficción y entre mi cuerpo y mi mente para que aun cumpliendo años no tenga consciencia de ello”

Te suena a muy animal, pues no te equivocas, observo mucho el comportamiento animal para aprender de ellos, porque del humano, estoy aprendiendo muy poco y desaprendiendo mucho.

Saludos y se feliz.

Lo que no te conviene.

¡¡Bienvenida o bienvenido a mi Blog!!

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Sigo sorprendiéndome cada día por la falta de progreso personal que muestran muchas de las de personas con las que interactúo y me da pena, porque la mayoría de ell@s son gente estupenda que cada día intentan dar lo mejor de si mism@s en todas las facetas de su vida.

Una actitud por su parte que me sigue dando la oportunidad de seguir observando e investigando, hasta donde puedo, con el objetivo de aprender para intentar evitar cometer los mismos errores que ell@s y sobre cuales son las causas que provocan ese “bloqueo” en sus respectivos progresos, que al final, y aunque por caminos distintos, el problema es el mismo: el miedo.

Miedo a lo nuevo.
• Miedo al error.
• Miedo a la crítica.
• Miedo a tomar decisiones.
• Miedo a decir lo que piensan.
• Miedo a decir que no.
• Miedo a mostrar sus emociones.
• Miedo al miedo.
• Miedo a…

A ver, vivir con miedo no es vivir y, tristemente, much@s confunden prudencia con miedo; es decir, no es lo mismo tomar decisiones desde la prudencia que desde el miedo.

Voy a intentar explicarte desde mi punto de vista cuales son las diferencias:

Tomar decisiones desde el miedo viene provocado, en líneas generales, por intentar evitar el dolor emocional que provoca la necesidad de coraje que lleva implícito ponerse manos a la obra para obtener el resultado deseado, como por ejemplo el: «y si no lo consigo», o lo más frecuente, agradar a los demás para evitar el rechazo, la discusión, la búsqueda de argumentos, etc., como por ejemplo: «y si me dice que no».

En definitiva, el miedo nos empuja a evitar todo aquello que necesite coraje y aquello que creemos que pueda someter a nuestras emociones a una agotadora situación de estrés; sin embargo, son muy malas decisiones, ya que, normalmente por falta de coraje, desembocan en un estado de agotadora y continua ansiedad que impide una adecuada progresión personal y profesional.

Tomar decisiones desde la prudencia viene provocado por una previa y buena reflexión que te permite optar por elegir aquello que, con los datos disponibles, más te interesa en ese momento, pero sin olvidar cuales pueden ser sus consecuencias futuras, ¿no sé si me explico?

Es decir: que tu idea te lleve a una reflexión que te empuje a la acción, para volver a otra nueva reflexión sobre el resultado de tu acción anterior, que te permita decidir una nueva y mejorada iniciativa sobre tu idea original o descartarla definitivamente.

Por lo tanto, si al leer este artículo te ves reflejad@ entre aquell@s que toman decisiones desde el miedo, te invito a que te “detengas” el tiempo necesario para reflexionar, primero sobre tu condición (y no preocupes por nosotros, apenas vamos a notar «tu falta» durante ese periodo de reflexión), para que busques aquello que no te conviene y que te impide progresar adecuadamente con el objetivo de envejecer como te mereces, esto es: en paz y queriéndote mucho para darte la oportunidad de poder querer más a los demás, sobre todo a l@s tuy@s.

¿Te imaginas un mundo en el que cada cual se preocupase de su entorno más íntimo?

Saludos y se feliz.

Los datos nacen de las emociones.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Analizar datos para llegar a conclusiones que me permitan tomar las mejores decisiones sobre qué medidas correctoras he de aplicar para obtener los mejores resultados en lo personal y en lo profesional, es algo que llevo haciendo desde hace muchos años y todos sabemos que en la creación de esos datos influyen muchas variables; sin embargo y desde mi modesta opinión, la variable más importante para interpretar correctamente esos datos casi nunca se tiene en cuenta: nuestro estado de ánimo y sobre todo, el de l@s demás.

Cada día escuchamos o leemos a alguien que, utilizando una gráfica u otro medio, nos presenta un análisis, evidentemente el suyo, sobre un hecho económico, social, medioambiental o sobre lo que sea, que a su vez, provoca que quien le escucha o lee haga una interpretación muy personal y probablemente distinta, de quien se la presento o de con quien pueda compartir ese momento, no sé si me explico, pero es como la climatología: nunca llueve a gusto de todo el mundo.

Esta realidad sobre la interpretación que cada cual hace de los hechos y datos compartidos, siempre me ha llamado y me llama mucho la atención, porque además, son curiosos los intensos debates que provocaban y provocan, llegando algunos incluso a momentos de mucha tensión, aunque lo expuesto no tuviese ninguna relevancia para nuestras vidas.

Por cierto, estas discusiones absurdas forman parte de la condición humana y para que no nos afecten tenemos la Empatía y la Inteligencia Emocional ¡úsalas y enséñalas!

De hecho y desde mi modesta opinión, cuando analizo por lo que está pasando la humanidad en la actualidad con el objetivo de ofrecer una educación a mis hijas lo más completa posible, llego a la misma conclusión, todo lo que está ocurriendo no es ni más  ni menos que una mala, incompleta e interesada interpretación emocional de los datos y hechos disponibles.

¿Cómo de lejos está la realidad de lo que nos cuentan algunos en los noticiarios?

Como sé que diga lo que diga y haga lo que haga no seré yo el que arregle el mundo, no te voy a hacer una exposición sobre mi manera de ver las cosas y que soluciones pondría en marcha para resolver todo este lío, que no es tan difícil como nos quieren hacer creer, pero si te voy a pedir que hagas aquello que está en tu mano para que esas soluciones lleguen cuanto antes, como por ejemplo:

  1. Ofrece a tus hij@s una educación completa, llena de valores y bien entrenad@s en empatía e inteligencia emocional.
  2. Acepta que por los intereses de un@s poc@s hemos creado una gran mentira en la que debemos sobrevivir y que debemos cambiar.
  3. Nunca vivas en negativo, vivir es una oportunidad única y nuestros objetivos para conseguir esos cambios deben ser hacer que las generaciones futuras sean mejores que nosotros, pero en valores, empatía e inteligencia emocional.
  4. Ten paciencia cuando quieras enseñar algo, es mejor y más rápido enseñar desde el respeto, la comprensión y el cariño, mucho cariño, el cariño es la mejor manera de aplicar disciplina, no lo olvides.
  5. Se egoísta y quiérete mucho, más que nadie, pero nunca olvides que estamos conectados y que esa energía que vas acumular queriéndote mucho la debes compartir con l@s demás, para que ell@s, nuestr@ hij@s, con tu ejemplo, se quieran de la misma manera.

Faltan muchas más cosas por incluir para que de una vez hagamos análisis de hechos y datos desde una perspectiva más inteligente emocional ¿por qué no aportas las tuyas?

Saludos y se feliz.

¿Empujar o tirar, cuál es tu opción a la hora de enseñar o liderar?

¡¡Bienvenida o Bienvenida a mi Blog!!

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Hace unos días disfrute de uno de esos momentos que quedan en la memoria de cualquier padre: la Graduación Universitaria de una hija.

No creo que no te sorprenda si digo que, tal y como va las cosas, esto no tiene buena pinta y si hablamos del sistema educativo ¿qué decir? Un soberano desastre y no es un invento mío, ahí están los datos y además, por mi obligada situación de estudiante, puedo confirmar con total conocimiento de causa que l@s chaval@s y profesor@s “andan máh pérdioh quel barco del arroz”.

El acto de Graduación hija, en sí mismo, fue muy emotivo, pero es que además los discursos de l@s profes@s elegidos por los estudiantes para ese momento, pusieron su granito de arena para que (tras destacar la labor que hacemos los padres y madres con nuetr@s hij@s para conseguir que hayan llegado hasta ese momento de su vida) me emocionase y llorase de manera contenida, seguramente porque aun me queda parte de aquella educación que nos decía que los hombres no lloran ¡¡VALIENTE GILIPOLLEZ!! Soy un llorón y cualquier tema que toquen las emociones me provoca el llanto fácil.

En su discurso, El Vicedecano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Jaén, como no podía ser de otra manera, dio un soberano repaso a todos los cambios que, por intereses políticos, se han producido en la educación y que, como consecuencia, están trayendo nada más que la formación de personas incompletas y la anulación de profesionales y educadores, más preocupados de superar las inspecciones que sufren que de enseñar a sus alumnos, que no nos olvidemos, no son un dato estadístico, son personas; personas que en el futuro deberán tomar decisiones que afectarán a otras personas.

Dirigiéndose directamente a l@s Graduad@s, El Vicedecano les repitió por activa y por pasiva que cuando ejerzan de MAESTR@S (para mí la profesión más bonita y de mayor responsabilidad que existe), deberán tener en cuenta la importancia de sus actos y que, por el bien de esas personas en proyecto: l@s niñ@s, siempre deberán recordar si su opción es enseñar y liderar empujando o tirando y utilizo el ejemplo de una puerta para explicarlo, reconozco que me despisto y me hizo pensar que ese hombre, cabreado por el sistema, estaba perdiendo el hilo de su discurso, pero luego lo entendí con claridad y caí en la cuenta de que no solo era válido para l@s maestr@s, es válido para cualquiera que deba ejercer de líder y más o menos sería así:

  • Liderar o enseñar «empujando»: Este el sistema de l@s que, limitados por sus cortas capacidades y nula empatía, imponen/empujan los mensajes, dispuestos por otros, hacia el intelecto de sus liderad@s apoyados por su cargo y normalmente alejados de la realidad y necesidades de las personas, dando por hecho que todos somos iguales y que no merece la pena individualizar los mensajes, argumentos y contra-argumentos, actuando con órdenes muy discutidas pero indiscutibles y sin tener en cuenta las ideas de l@s personas a su cargo.
  • Liderar o enseñar «tirando»: Este es el sistema de l@s que, apoyad@s por sus capacidades y empatía, aceptan que su cargo es una responsabilidad a la que respetar por encima de sus intereses, para que, desde su posición, transmitan la confianza necesaria ganada a través del respeto que se merecen por sus actos, provocando la tranquilidad necesaria de las personas que lidera o enseña, para poder «tirar» de su intelecto y crecer juntos.

¿Y tú, empujas o tiras?

Saludos y se feliz.

¿Cuál es tu Rol dentro de un equipo de trabajo?

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Hasta hace unos años, con los conocimientos que hasta entonces tenía y por mi salud mental, opte por aceptar que los equipos de trabajo, se formasen como se formasen, estaban divididos en tres grandes grupos:

1º) Los que tiran del carro: entre los que yo estaba, estoy y estaré. Son los que por su empuje y predisposición a hacer las cosas reciben más presiones desde arriba y por el mismo precio que los demás, a la hora de marcarles objetivos cuantitativos y cualitativos y también, cuando pasado un tiempo prudencial se dudaba de que esos objetivos se pudiesen conseguir, usando técnicas de motivación que pretendían hacernos creer, bueno eso pensaban ell@s, que sin nuestra colaboración la empresa no sobreviviría, nos recalculaban los objetivos, principalmente cualitativos (inversiones, actividades…), para compensar los que otros componentes del equipo no habían sido capaces de cumplir.

2º) Los que hacen lo que deben sin que se note: cuando entendí la manera de actuar de este grupo ya era tarde, es decir, ya me había creado un Rol dentro del equipo que si empezaba a actuar como ell@s (cosa que deseaba porque a la larga siempre salían mejor parados en todo), era tener que soportar un montón de preguntas por parte de mis superiores, a las que debería ofrecer respuestas maquilladas difíciles de creer y que seguramente implicaría más preguntas y probablemente un seguimiento más estrecho de mis actividades.

¿Qué en qué salen ganando los de este grupo? Solo un par de puntos, si se te ocurre alguno más apórtalo:

  1. Hacer una evaluación de seguimiento es algo que, para que sea justa, se debe hacer sin que sea un simple trámite burocrático, con mucha calma, con una gran capacidad de análisis, empatía y muy buen conocimiento personal del trabajador, algo que, en su conjunto, requiere un gran esfuerzo e interés por parte de quien lo elabora, motivo por el cual, cuando las tensiones y el cansancio se acumula, puede llevarle a tirar por la calle de en medio; es decir: sin destacar mucho a los que tiran del carro, ni penalizar a los que hacen de lastre ya que a él o ella, también se le medirá en función de esas diferencias que dice que hay en su equipo ¿no sé si me explico? Así es que, con esa estrategia, los que mejor parados salen son los de este grupo, mayoritario por cierto.
  2. Por lo tanto, sus condiciones económicas no difieren mucho de los que tiran del carro, salvo honrosas excepciones, pero a cambio y curiosamente, su nivel de exigencia sobre objetivos es mucho menor, motivo por el cual también salen ganando en valor emocional.

3º) Los lastre: este grupo, afortunadamente no suele ser muy numeroso, pero por su actitud pueden llegar a ser muy negativos para la buena  marcha del equipo, ya que pretenderán justificar sus malos resultados con una multitud de excusas, llegando incluso a acusar de no se sabe que a otros componentes del equipo.

Esto que te he expuesto era lo que hasta hace unos años usaba para aceptar muchas de las cosas “raras” que veía que ocurrían en los equipos de trabajo en los que he participado, y ya te digo, no solo pienso en los profesionales, también están los personales: AMPA, Deportivos, Sociales…

Ahora, sin olvidar los anteriores y además confirmado recientemente en una de mis clases de Formación y Orientación Laboral (FOL), tengo  en cuenta algunos aspectos más concretos, Roles que también se confirman en los equipos de trabajo:

Líder: prefiero a quien no lo pretende pero que por su actitud y ejemplo, se hace seguir. Es muy importante no confundir con cargo, puede que un líder no ocupe ni quiera cargo alguno, no le importará invertir tiempo en ti si lo necesitas

Portavoz: por su calma, empatía y capacidad de comunicación, es la persona idónea para hacer de portavoz del grupo, también suele surgir de manera espontánea y es, de manera recíproca, la persona de mayor confianza del líder, cuidado con confundir con exhibicionista.

Chivo expiatorio: suele coincidir con el más débil del grupo y es sobre quien los falsos líderes descargan sus frustraciones, si te ves en este Rol, te recomiendo que le pongas fin, “no es tan difícil”, «solo» debes aprender decir no y basta.

Abogado del diablo: es quien lo cuestiona todo llegando incluso a extremos muy altos, algunas veces dudo que sea algo natural y pienso que es una estrategia de defensa basado en el ataque, que suele funcionar con los falsos líderes; mucho cuidado con ell@s si eres líder o portavoz, porque el falso líder evitará enfrentarse a él/ella y te manipulará para que seas tu quien intervenga alegando al trabajo en equipo o algo así.

Pasivo: No se identifica con el grupo o con el trabajo que hay que hacer. Nunca lo he entendido, ya sé que tod@s necesitamos un empleo y que en muchos casos no tenemos el que soñamos, pero si está en él es porque ha aceptado sus condiciones ¿qué hace malgastando su tiempo y salud mental?

Conformista: hace lo que dice la mayoría, esto es: seguirá a pie juntilla lo que diga quien ostenté el cargo, o sea, que las cosas les irán bien si tiene la suerte de que quien lo ocupe sea un/a líder y por otra parte, las cosas no le irán tan bien si quien ocupa el cargo no es líder, ya que nunca hará nada por cambiar las cosas. Ya sé que si estás aquí es porque te cuesta decidir, pero te invito a que empieces a tomar las riendas de tu vida asumiendo riesgos, eso es vivir.

Exhibicionista: necesita hacerse notar y dirá y hará todo lo necesario para que cuenten con él/ella para todo, su problema es que algunas veces se exhibe tanto que llega al ridículo. A ver, si estás en este grupo ten presente que no necesitas pavonearte para llamar la atención, ya que la mejor manera de hacerlo es cumpliendo con tus compromisos, por lo que deberías aprender a no comprometerte tanto.

Gracioso: aquí hay dos subgrupos:

  • Gracioso Positivo: se encarga de relajar en momentos de tensión y puede coincidir con el portavoz.
  • Gracioso negativo: dificulta el trabajo porque interrumpe continuamente, puede coincidir con el exhibicionista, contra este lo mejor es no reírles las gracias ya que se lo creen y se crecen sin límite.

Puede que me haya dejado algo en el tintero y que creas que pueda ser interesante, pues nada, comparte.

Saludos y se feliz.

¿Qué tienen en común para un vendedor: una Cirujana, un Agricultor y un/a Policía?

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Ahora, en los procesos de selección, está de muy de moda clasificar a l@s Comerciales, Agentes de Ventas,  Delegad@s… o como a mí más me gusta decir: Vendedor@s, según haya sido su experiencia previa con un determinado perfil clientes o por los mercados en los que hayan trabajado; afirmando quien realiza estas clasificaciones, que si no lo ha hecho con los clientes o mercados para los que se postula, su progreso será muy lento y tardará más de lo requerido, no teniéndose en cuenta por lo tanto, el verdadero potencial del candidat@ y de cómo será su gestión en el largo plazo.

Para explicarme un poco mejor: “pensar esto es como creer que si aprendiste a montar en bici en una BH, tardarás mucho en hacerlo bien en una Orbea”.

¿Por qué nace este post?

Otro de los grandes problemas a los que nos enfrentamos los desempleados de larga duración, es precisamente el largo e indeseado tiempo que llevamos en el desempleo y sobre todo, el que l@s reclutadores y empresas opinan que (afortunadamente tod@s no) si seguimos en este estado es porqué “nos lo merecemos”, ya que si nadie nos ha querido contratar hasta ahora será por algo.

En una de mis entrevistas me advirtieron de que (junto con el punto al que he hecho referencia en la introducción y que ahora te desarrollaré) eso podría ser un problema a la hora de decidirse por mi contratación, a lo que yo intenté explicar los motivos de por qué no he encontrado antes el empleo que busco (otra cosa es el que me estoy creando por si en los plazos marcados no encuentro lo que busco), que no son ni más ni menos que la mala suerte.

Y digo la mala suerte porque, en muchos casos, a quien contrataron, ni de lejos, puede aportar a las empresas en cuestión todo lo que yo tengo y lo digo tan pancho, no porque quiera pegarme una vacilada fácil en mi blog y sin fundamentos ¡no! Lo han demostrado los resultados de muchos años de competencia y no solo los comerciales o de cantidad, sobre todo lo he demostrado en los resultados de calidad.

Y ahora es cuando te puedes preguntar ¿y si tan bueno eres porque no te han contratado a ti? ¡Gracias por la pregunta!

Porque  ahora es cuando te respondo apoyándome, sin dar nombres, en algunos de los casos en los que he sido descartado.

  • Caso 1: Llevaba en el desempleo un par de meses y fui descartado en la final por no tener experiencia en dos grandes centros de los tres principales a trabajar.
  • Caso 2: Llevaría un par de meses más en el desempleo y no conseguí un empleo porque las particularidades del mercado de mi zona, hicieron que la empresa en cuestión parase el proceso.
  • Caso 3: Un par de meses más, que junto con los de verano, sumaba ocho meses en el desempleo y fui rechazado por no tener experiencia en el campo de productos de “marca blanca”.
  • Caso 4, 5, 6 y 7: Cuando llegue al 7 llevaba 20 meses en el desempleo y cuando me dijeron a qué clientes me tendría que dirigir, inmediatamente supe que sería descartado, al igual que en los anteriores, por mi falta de experiencia en el mercado al que se dirigían, mercado por el que, casi de manera exclusiva, muchas empresas están apostando por ser el único en el que el “cliente a visitar” tiene el poder de decidir que recomendar (los que están en este mercado saben a qué me refiero).
  • Caso 8: Este es el último y con él, cumplí 24 meses en el desempleo y mi descarte, junto con el tiempo que llevo en el desempleo, fue no conocer uno de los mercados en los que se están aventurando.

¿Qué que tiene que ver el título de mi post con todo lo que te he contado? Ahora lo vas a entender.

Tenemos la fea costumbre de clasificar a las personas según la profesión que desarrollen, olvidándonos de que antes de ser tal o cual “cosa”, simplemente eran personas ¿o es que nacieron siendo cirujanas, agricultores o policías?

¡No! Nacieron siendo personas y, desde mi modesta opinión, la principal virtud que un buen vendedor/a (ese que yo soy) debe tener, es ser capaz de encajar, que no de manipular, las emociones propias con las de l@s demás a través de una buena empatía e inteligencia emocional, tan escasas en estos tiempos, para conseguir llegar muy rápido a ganarse la confianza de es@s profesionales (que se dediquen a lo que se dediquen siguen siendo personas) generando un efecto win-win que será lo que aporte estabilidad a su gestión y por ende, a la empresa en cuestión.

Así es que ¡por favor! Si crees que soy el candidato más valido y a través de mi CV o en una entrevista, compruebas que no cumplo esa parte del perfil ¡atrévete! Y contrata a alguien que aporta muchas más cosas que unos «simples resultados».

Saludos y se feliz.

¿Has descubierto tu perfil de «persona tóxica»?

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Tener cada día y en todo momento el convencimiento de que la inmensa mayoría de las personas son buenas pero que en momentos puntuales pueden ser tóxicas, debe ser una de las principales motivaciones en las que apoyarte para potenciar tu Empatía e Inteligencia Emocional.

Pero no debe ser un pensamiento forzado, de verdad que no hace falta, es una realidad, la mayoría de la gente es buena pero imperfecta y si no te lo crees, te invito a que imagines sociedades en el que la mayoría de las personas fuesen malas, ¿a ver qué te parece?:

  • Las madres y padres no querrían lo mejor para sus hij@s, es más ¿tendríamos hij@s?
  • No habría maestr@s preocupad@s por conseguir mejores personas.
  • Nadie se preocuparía por el estado físico y psicológico de los demás.
  • No existirían leyes.

Sin embargo y con mucha frecuencia, escucho la expresión: “la gente tiene tela”, y es cierto, la gente tiene tela pero:

¿Caemos en la cuenta de que en muchas ocasiones nosotr@s también somos parte de esa gente que tiene tela y que, aun siendo buenas personas, en muchos momentos nuestro estado y perfil físico y psicológico pueden ser tóxicos para otr@s y que no hacemos nada para cambiarlo y adaptarlo a l@s demás?

Es decir:

¿Somos conscientes del poder la Empatía y la Inteligencia Emocional para que dejemos de ser una persona tóxica temporal y así evitar una posible cronificación negativa en nuestras relaciones sociales?

Estoy convencido de que eres buena gente y también, de que has juzgado a buenas personas de forma negativa por lo que te han transmitido en momentos puntuales de vuestra relación, pero ¿eres consciente de cuáles son tus momentos “tocahuevos”?

A ver si te ves en alguno de estos:

  • ¿Eres buena persona pero tu timidez te impide saludar con unos ¡buenos días! Cuando entras a un lugar en el que hay otras buenas personas?
  • ¿Eres buena persona pero para agradar otras buenas personas participas de los comentarios negativos que hacen sobre otra buena persona para ser aceptad@ en el grupo?
  • ¿Eres buena persona pero tu miedo a recibir una negativa sobre tus propuestas te impide relacionarte adecuadamente con otras buenas personas?
  • ¿Eres buena persona pero te agobia tener que ofrecer argumentos sobre tus decisiones haciendo que te muestres antipátic@ ante otras buenas personas?
  • ¿Eres una buena persona que nunca escuchas cuando hablas con l@s demás y solo te preocupa ser escuchad@ por otras buenas personas?
  • Este es el mío: ¿Eres una buena persona con tanto empuje y ganas de ser feliz que caes mal a otras buenas personas por sentirse incapaces de conseguirlo?

Hay muchos más ejemplos de momentos “tocahuevos” de buenas personas, creo que casi tantos como las que hay, es decir: la mayoría ¿se te ocurre alguno más?

Pero solo el de buenas personas, el de los tóxicos pata negra egoístas e interesad@s los conocemos la mayoría porque ¿qué buena persona no lo ha sufrido alguna vez y cuant@s han terminado creyendo que todos somos malas personas?

Saludos y se feliz.

¿Cómo se hace para entrenar la empatía y la inteligencia emocional? (Segunda parte)

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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En la primera parte de este post te invité a que reflexionases sobre cinco cuestiones, para que a partir de ahí empezases con tu entrenamiento para el reencuentro con tu empatía e inteligencia emocional perdidas.

¡Sí, digo bien! Las tienes perdidas, ya que como cualquiera, salvo patología, debes tener claro que  naciste con estas capacidades y que las experiencias vividas, junto con tu interpretación personal, ha sido lo que ha provocado que las hayas perdido.

Quiero hagas un viaje en el tiempo y que te vayas a unos cuantos miles de años atrás para que reflexiones sobre estas otras cuestiones:

1º) ¿Crees que si la especie humana no hubiese sido empática y no se hubiese preocupado por sus iguales, podríamos haber llegado hasta donde lo hemos hecho?

2º) ¿Crees que si la humanidad no hubiese sido inteligente emocional ante las dificultades que se ha ido encontrando a lo largo de  su evolución, podríamos haber llegado hasta donde hemos llegado?

Con esto quiero llamar tu atención para que comprendas que no eres el resultado de los años que tienes, eres la continuación de una maravillosa creación (dale el origen que quieras, todas se merecen el mismo respeto) que se está construyendo desde hace miles de años pero que tiene “un pequeño defecto”: una poderosa y prodigiosa mente que necesita ser educada de manera personalizada, con calma y sobre todo, con mucho cariño, porque el amor y el traspaso personalizado y tranquilo de información, es lo que le proporciona el equilibrio necesario para que su propietari@ no pierda nunca su empatía e inteligencia emocional.

Así es que Insisto, salvo patología, eres empátic@ e inteligente emocional, solo que por lo que sea aún no eres consciente de ello.

Ahora te voy a invitar a que reflexiones sobre otra cuestión:

¿Por qué crees que hemos atrofiado unas herramientas tan necesarias para nuestra vida como son la empatía y la inteligencia emocional?

Te voy a echar una mano haciendo uso de mi modesta reflexión:

Me llama la atención la capacidad que tenemos de adaptarnos y superar las situaciones físicas más duras que la vida nos suele proponer y que nuestro cuerpo puede tolerar; sin embargo y en líneas generales cada vez menos, no lo somos para las limitaciones que nuestra mente nos suele plantear.

Pero ¿de dónde nacen esas limitaciones y que las provoca?

Si te parece bien y por no hacer este post muy extenso, seguiré en otro y mientras tanto, te invito a que reflexiones sobre ello.

Saludos y se feliz.

¿Cómo se hace para entrenar la empatía y la inteligencia emocional? (Primera parte)

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Tras un intercambio de comentarios en mi Blog con uno de mis lectores, me encontré con este: “Estoy totalmente de acuerdo contigo, pero ¿cómo se hace para entrenar la empatía y la inteligencia emocional?

Antes de seguir, quiero dejar claro que no soy un profesional de la materia y que solo soy un hombre que un día comprendió que vivir con un “nudo” continuo en el estómago no es vivir y que por lo tanto, necesitaba hacer algo que le ayudase a ser feliz.

Para empezar quiero que sepas qué significan para mí la empatía y la inteligencia emocional:

Empatía: mecanismo con el que saber ponerte en el pellejo de los demás para comprender su comportamiento, con el objetivo de suavizar y acercar posturas por la buena salud mental de ambos; o también, para comprender que no hay manera de acercar posturas por su falta de empatía y así poder alejarme de esa persona antes de que me consuma emocionalmente.

Ejemplo: si tengo un/a mal/a jef@, antes de alejarme por temor a su actitud, voy a descubrir que déficits tiene (porque siempre tienen alguno: de salud mental, falta de cariño en la niñez, complejos, inseguridad para el cargo…) para que le empuje a actuar así y cuando lo descubra, sabré a qué atenerme y decidiré si me alejo o intento acercar posturas.

Inteligencia Emocional: escudo protector ante los impactos emocionales que voy a recibir continuamente, normalmente de otras personas, y que me va a permitir gestionar mis prioridades, la cuales “se limitan” a tres: mi mujer e hijas.

Ejemplo: con el/la mism@ jef@ de antes, me permitirá mantener el  estado de salud mental necesario poder atender a mis prioridades: mi mujer e hijas; haciéndome comprender que trabajos puedo hacer muchos (otra cosa es que los haya) y que familia solo tengo una, ya que cada vez que tengamos un desencuentro, me permitirá relativizarlo todo dándome más lástima que rabia; total, lo “único” que puede hacer es intentar echarme, injustamente claro, porque por mi empeño en el trabajo se lo voy a poner muy difícil.

Dicho esto, quiero recalcar que la pregunta no está planteada tal y como a mí me gustaría, aunque por otro lado está muy bien hecha, porque efectivamente solo se trata de entrenamiento, ya que, desde mi modesta opinión, todos nacemos con un buen nivel de empatía e inteligencia emocional que vamos perdiendo a lo largo del tiempo y tristemente cada vez más jóvenes.

Para mí la pregunta adecuada hubiese sido:

¿Cómo hacemos para recuperar la empatía y la inteligencia emocional?

Pero esto te lo desarrollaré y siempre según mi experiencia, en un próximo post, no sin antes pedirte que reflexiones sobre los siguientes puntos:

1º) ¿Aceptas que tu tiempo y el que compartes con tu familia es tu mayor patrimonio?

2º) ¿Aceptas que somos química y que nuestros comportamientos están muy relacionados con ella?

3º) ¿Aceptas que muchas de las cosas que nos han enseñado están muy alejadas de lo que nuestras emociones nos dicen?

4º) ¿Aceptas que la mayoría de las personas, independientemente de su raza, credo, sexualidad… son buena gente y que sus intenciones no son malas?

5º) ¿Eres capaz de reflexionar con sinceridad sobre ti mism@?

Algunas personas creen que soy frío y calculador pero otras piensan todo lo contrario ¿imaginas quién es quién?

Solo te diré que me emociono y lloro con facilidad, y que abrazo y beso con la misma intensidad que mis 90 kg son capaces de transmitir…, pero es cierto, también puedo ser frío y calculador.

¡Ya hablamos¡

Saludos y se feliz.

Malos tiempos para las emociones.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Es curioso lo que está pasando; resulta que hace unos años, no tantos como puedas pensar, no éramos muy conscientes de lo que nuestras emociones nos podían provocar y por lo tanto, no éramos capaces de ayudarnos teniendo en cuenta este importantísimo detalle.

Aunque desde niñ@s estábamos sometidos a una fuerte disciplina en los colegios, pasábamos mucho más tiempo jugando en la calle con l@s amig@s y de mayores, lo hacíamos con los colegas y amigos tomando cañas y charlando cara a cara y por supuesto, se pasaba mucho más tiempo en familia, de hecho, era casi obligatorio comer y veranear juntos.

Sin embargo y aún con todo ese tiempo disponible, en ningún momento nos preocupábamos por descubrir la influencia que las emociones tenían en cada una de nuestras reacciones e interpretaciones y menos aún, en las de los demás, de hecho, hablar de emociones o sensibilidad era una mariconada y como mucho, en relación a este tema, se decía: “los hombres no lloran, eso es cosa de mujeres”.

Pero teniendo en cuenta el desconocimiento que de las emociones se tenía, tampoco podíamos reprochar nada, de hecho, el equilibrio “lo encontrábamos”, quien lo hacía, recibiendo una «educación emocional» puramente hormonal y teológica, esto es: el cariño de mama y la disciplina de papa evitando los temas tabú y por supuesto, dejando el resto para la escuela y la religión.

Actualmente tenemos una enorme facilidad para disponer de todo tipo de información y además, tenemos la gran fortuna de poder leer y escuchar mucho sobre el tema emocional y por lo tanto, de poder saber cómo y cuánto influyen las emociones en nuestras reacciones (yo estoy convencido de que están implicadas en cada una de ellas), por lo que, en teoría, estamos mucho más preparad@s para comprender nuestras reacciones e interpretaciones y las de las personas con las que tenemos que compartir cada día y cuidado, algunas son determinantes para nuestra felicidad: pareja, hij@s, colegas, amigos, el tráfico, la cola del supermercado…

Sin embargo, seguimos sometidos a la disciplina de la escuela y del trabajo, si cabe aún más y además, con el agravante de que ya no se juega en la calle; para colmo, cuando compartimos con los amigos, estamos más pendiente de lo que nos cuentan a través de una pantalla que de los que nos quieren contar en persona y además, nuestro agotamiento emocional no nos permite escuchar y menos ayudar, a los problemas que los demás nos plantean sobre su estado,pensando que bastante tenemos con los nuestros, así es que ya no se escucha; y que decir de las familias, cada uno hace la guerra por su cuenta, salvo excepciones claro.

Ahora sí podemos reprochar muchas cosas, ya no hay escusa, tod@s tenemos la oportunidad de mejorar en este aspecto y no te exagero, hace mucha falta.

Hace unos días, uno de mis lectores me pidió que le explicase cómo se podía entrenar la empatía y la inteligencia emocional.

Pues que sirva este post como introducción para cuando escriba el que le responda, en el cual, te mostraré lo más profundo de mis reflexiones:

¿Cómo se hace para entrenar la empatía y la inteligencia emocional? (Primera parte)

Saludos y se feliz.