La venta es la opción profesional más difícil de ejecutar

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Si me sigues ya sabes que en mi familia llevamos trabajando más de dos años en el desarrollo de un proyecto, que espero poder presentarte pronto, relacionado con los aceites de oliva.

Introducirme en el sector oleícola está siendo para mí todo un descubrimiento, de hecho, nunca llegue a pensar que supiese tan poco de sus productos y aún menos, que, como consumidor, necesitase saber tanto del maravilloso producto que es un buen Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE).

Cuando me plantee este proyecto e inicie su diseño y con él mi formación, el objetivo era dedícame a la venta de AOVE, pero con el avance de mi aprendizaje, que de manera oficial me otorgará en junio de este año el título de Técnico en Aceites de Oliva, Vinos y otras bebidas, he ido pasando de la opción de dedicarme a la venta de AOVE a la de buscar empleo, entre otras opciones, como Técnico en una Almazara y de nuevo, a la de mantenerme en la idea inicial de vender Aceites de Oliva Virgen Extra (AOVE), derivados y otros productos de Jaén.

El motivo de estos cambios de idea es la inseguridad que muchos profesionales expertos de este sector productivo me transmiten continuamente, y es que no paran de decirme que vender AOVE de alta gama y aún más el clásico, es muy difícil por la saturación de oferta existente en el  mercado y sobre todo, por las desinformación que de estos productos tienen los consumidores… a lo que yo pienso ¿y no es esto una oportunidad?

Imagínate, además de mantener el ánimo tras ser descartado, continua e injustamente, por mi edad, en las ofertas de empleo a las que me postulo como Visitador Médico y de Farmacias, de comercial en otros sectores, o de conductor en empresas de transporte, he de vivir con el continuo y «machacón» mensaje de que mi proyecto está marcado, incluso antes de salir, por el fracaso.

¿Qué hago entonces, me rindo?

Evidentemente no, pero antes de asumir que tengo que “tirar palante” aceptando riesgos pero trabajando con ilusión y visión a largo plazo, he de hacer un análisis de porque con un producto tan increíble como así lo es un buen AOVE, tantos y expertos profesionales en su campo de este sector, me insisten en que renuncie a mí idea; bueno, de hecho, alguien al que considero casi amigo me dijo:

“Gustavo, por tu bien, tengo que quitarte esa idea de la cabeza porque tu ilusión te llevará a la ruina”.

No te voy a aburrir con todo el proceso de investigación y reflexión que he llevado para comprender porque recibo esos mensajes tan negativos de estos profesionales, pero te haré un resumen.

Los que me lo dicen son productores de materia prima (agricultores) o trabajadores de Almazara (donde se trata el fruto para extraerle su zumo) y en ambos casos, no necesitan la empatía para desarrollar su trabajo, me explico:

El cliente del primero es el olivo y este, no negocia y no reprocha nada si se cometen errores en su tratamientoy el cliente del segundo, es el fruto y la maquinaria que usa para la extracción de su zumo, que tampoco negocia ni reprocha nada en caso de que se cometan errores en su tratamiento y uso, solo que y con el paso del tiempo, bajarán su producción reduciendo ingresos y aumentando gastos.

Es decir, en ambos casos su personalidad, formación y experiencia profesional, se han desarrollado en torno a unas actividades que, aparentemente, no necesitan de la empatía y menos aún, de la agilidad y rapidez de reflejos emocionales con la que un vendedor profesional debe actuar y no solo ante sus clientes.

Por eso creo que muchos de estos profesionales han fracasado cuando han intentado dedicarse a la venta de AOVE, ya que se han encontrado con un mundo totalmente distinto para el que están preparados y que les desespera enormemente: El de las emociones humanas.

Pero hay otro problema y si cabe aún mayor, que marca las diferencias entre un gran vendedor y uno mediocre o circunstancial: La falta de pasión.

Así es, sin pasión no se puede vender nada y peor aún, no se puede disfrutar de una profesión tan bonita y difícil como es la venta, pero:

¿Cómo se hace para mantener la pasión y la ilusión todos los días dedicándote a una profesión que te puede consumir y agotar emocionalmente hasta el punto de alterar tu vida personal e incluso llevarte a enfermar?

  1. Formación continua: conocer tu producto y los de tu competencia es vital, si no, perderás seguridad en ti mismo y lo notarán los clientes, haciendo que pierdan la confianza en ti y cuando esto ocurre, tus posibilidades caen en picado.
  2. Planificación y análisis: no se puede salir a la calle sin tener claro a dónde y a quien se pretende llegar y además, siempre con un buen estado de alerta para descubrir que cambios se deben aplicar en la estrategia.
  3. Visión a largo plazo: desde mi modesta opinión uno de los mayores errores que cometen aquellas empresas o emprendedores que inician un proyecto, es pretender resultados inmediatos, eso es imposible y si ocurre, puede que se pierda perspectiva, que se acomoden y a que cuando menos se lo esperen, caigan sin remedio ni vuelta atrás.
  4. Resolver problemas: cuando un vendedor profesional solo trabaja para ganar dinero, sin ser muy consciente, creara una espiral de acontecimientos que le llevará a su declive profesional y/o personal, sin embargo y por supuesto, contando con productos que lo permitan, cuando un vendedor profesional sale a visitar a sus clientes para ayudarles a resolver problemas, probablemente encontrará el equilibrio personal y profesional perfecto para mantener alta la pasión por su profesión, lo que probablemente le lleve a obtener resultados sólidos a largo plazo.
  5. Aprender sobre emociones: empatía, inteligencia emocional, resiliencia, entre otros, son propiedades de nuestras emociones que los vendedores debemos conocer y manejar, con la misma soltura con la que lo debemos hacer con nuestros productos y los de la competencia, para negociar adecuadamente buscando siempre el win – win.

Bueno, este Post se me está yendo de las manos y creo que me estoy extendiendo más de la cuenta, por eso, dejo a tu elección que aportes lo que consideres que falta para justificar porque la venta es la opción profesional más difícil de ejecutar.

Saludos y se feliz.

¿Dónde están las respuestas correctas?

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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¿Qué, cómo, cuándo, dónde, a quien, con quien, para qué, por qué, hasta cuándo, hasta dónde…?

¿Cuántas veces utilizamos estas expresiones al cabo del día sea cual sea nuestro estado laboral, personal o emocional?

«Vivimos en una continua interrogante y sinceramente, no sé si a ti te pasa, pero en ocasiones llega un momento en que tomo la decisión de coger la calle de en medio para ver qué pasa, porque cuanto más preguntas me hago más consciente soy de que solo encontraré las respuestas atreviéndome».

Ayer tuve una tarde muy, pero que muy interesante, una de esas que de vez en cuando me hacen recordar aquellos momentos en los que tome la decisión de «coger la calle de en medio y que salga el sol por Antequera».

Se cumplirán dos años en Junio de que y fuera de protocolo por mi edad, me intervinieran de una complicada y antigua lesión de rodilla (que, por cierto, fui posponiendo por creer que debía cumplir con mi empresa, no lo hagas nunca) y durante el proceso de toma de decisión, hubo algunos especialistas que me recomendaban evitar la recomposición del LCA, ya  que, por lo complicado de su recuperación a mí edad, posiblemente no lo conseguiría como para volver a montar en bici, con lo que me recomendaban que me hicieran una limpieza y conformarme con hacer una vida normal.

¡Qué, que tengo 48 años por Dios!

¿Una vida normal, eso que es? ¡Imagínate! Decirme a mí que no podré montar en bici.

¡Pero si es mi rincón de pensar!

Cuando especialistas a los que conoces y respetas te dicen eso, pues sinceramente, te olvidas de lo que podemos llegar a conseguir cuando nos proponemos algo y te quedas bloqueado por el temor a consecuencias peores, pero:

¿Es correcto dejar la responsabilidad a otros, por muy expertos que sean, de que decidan por nosotros cuando se trata de nuestra vida?

Evidentemente no, así es que, otra vez, volví a coger la calle de en medio y pedí la intervención completa.

¡Bendita locura!

https://www.strava.com/activities/519481368

Llegue a casa y si tiempo de hacer estiramientos, me duche y salí “corriendo” para recoger y acompañar, a un Ingeniero Agrónomo hacia la emisora en la que colaboro con mi sección “Paseando entre Olivos”, para grabar una entrevista sobre los tratamientos más correctos que se le deben hacer al olivar.

Una vez en la emisora y mientras esperábamos a que la sala de grabación estuviese libre, mantuvimos una interesante charla sobre el sector oleícola y durante ella, fui consciente, otra vez, de lo que puede suponer para nuestro progreso personal esa “irresponsabilidad“ que a algunos les parece «coger la calle de en medio» cuando tus dudas y las influencias de esos mismos te bloquean, y es que en un pueblo eminentemente olivarero como el mío y disponiendo de una emisora local con más de 17 años de antigüedad, nadie se había atrevido a una aventura tan divertida como esta por temor al ridículo.

¡Pero ya está!

¿Lo que quiero decir es que solo con asumir el riesgo de «coger la calle de en medio» vamos a encontrar las respuestas correctas?

¡Ni mucho menos!

“No te tires nunca a un charco para medir su profundidad si no sabes nadar, primero aprende y luego, si necesitas resolver la duda ¡adelante, tírate!”

Saludos y se feliz.

XXI: El siglo de las emociones

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Como sabes, actualmente y ya me queda poco, estoy formándome como Técnico en Aceites de Oliva y Vinos y esta mañana teníamos clase de acondicionamiento de Aceites de Oliva Vírgenes Extra (AOVE) en la bodega de la Almazara, un tema muy interesante para aprender a mantener la calidad de esos maravillosos zumos antes de que sean envasados para ser consumidos.

Mi profesor, que es de los de antes y que admiro por sus grandes conocimientos sobre elaiotecnia, es un hombre muy exigente y poco empático, algo que en más de una ocasión “le he reprochado” con argumentos más que de sobra, pero que, como a cualquiera, le cuesta aceptar porque sabe que cambiar le implicaría salir de su zona de confort y quizás, perder la seguridad que tiene en sus métodos de enseñanza.

El caso es que desde el año pasado le vengo proponiendo que, debido a la enorme necesidad que los Aceites de Oliva Vírgenes Extra tienen de ser promocionados de manera profesional, los alumnos deberían aprender a manejar sus argumentos en público para ser capaces de defenderlos adecuadamente y con seguridad; sin embargo, su exigencia y nula empatía, hace que los alumnos se intimiden y no quieran hacerlo.

No obstante, a su manera y obligándonos a cuenta de que será trabajo de evaluación, lo estamos haciendo, pero, como puedes imaginar, la tensión de los chavales cuando exponen es altísima, hasta el punto de que, cuando son corregidos, se generan momentos de alta… casi indisciplina, que ha llegado a puntos en los que mi profesor se está planteando dejar de hacer esa actividad, lo que, desde mi modesta opinión, sería un enorme atraso para lo que el Aceite de Oliva Virgen Extra necesita: profesionales formados y sobre todo, capaces de transmitir las bondades que esta maravilla de producto necesita.

Como te decía, las de esta mañana han sido unas de las clases más productivas que he tenido a lo largo de los casi dos años que me va a llevar conseguir este título, ya que, por primera vez y a base de insistir, mi profesor ha aceptado mis críticas constructivas y ha tomado cartas en el asunto para poner todo de su parte en hacer las cosas como le he propuesto, es decir: tener en cuenta las emociones de sus alumnos/as.

Luego, como con cada cosa que me ocurre, he iniciado una reflexión sobre el tema y durante ella, he recordado la ponencia que le escuche a Cesar Bona y las charlas que en muchas ocasiones tenemos en casa con mis hijas, que te recuerdo que una ya es maestra y la otra está en ello, sobre la importancia y repercusión que un buen control y educación de nuestras emociones tienen para nosotros y nuestro entorno.

La cuestión es:

¿De dónde debe partir esa educación emocional que nos permita identificarlas y controlarlas con el objetivo de que nos ayuden a ser felices y a crecer personalmente como nos merecemos?

Bueno, muchos diréis que en el hogar y estoy de acuerdo, pero:

¿Cómo se puede hacer en los hogares si a la mayoría de los padres y madres de hoy nadie les ha enseñado a hacerlo, es más, si nadie les ha enseñado a identificarlas?

Estoy convencido de que el punto de partida para provocar este cambio está en las escuelas, porque además, no solo se conseguiría aumentar nuestra empatía, inteligencia emocional, resiliencia y todo aquello que tenga que ver con nuestras emociones, porque estoy seguro de que también disminuirían los casos de maltrato, homofobia, racismo, esa competitividad excesiva que lleva a la avaricia, y casi todas esas cosas que van en contra de aquellos valores que hicieron que vivir en sociedad fuesen la estructura principal del desarrollo de la humanidad.

¿Te parece exagerado? Prueba a vivir con una buena educación emocional y luego me cuentas, porque al ritmo que vamos de distanciamiento emocional entre nosotros, creo que tenemos este siglo para provocar los cambios que se necesitan para no llegar a algo realmente dramático y si mi profesor lo está intentando, cualquiera medianamente sano lo puede hacer, te lo aseguro.

Saludos y se feliz

Se cumplen tres años de Vivir con Pan y Aceite de Oliva.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Así es, se cumplen tres años de la publicación del primer artículo en este Blog, que como puedes comprobar, es un Blog un poco particular pero que, para lo bueno y para lo malo, refleja fielmente quién y como soy y que además, está siendo el mejor compañero que he encontrado para llevar mejor el tránsito y reinvención que está suponiendo esté largo tiempo en el desempleo.

Recuerdo con que temor e inseguridad me comprometí a continuar con él cuando cumplió su primer y segundo año y ahora que lo hago cuando se cumple su tercero, no pienses que el temor e inseguridad es menor ¡qué va! Mirar al futuro da “yuyu” y más cuando te comprometes tan abiertamente y a un objetivo tan difícil de mantener y cumplir como este, porque escribir un artículo semanal, a lo que solo yo me obligo, es un objetivo muy ambicioso.

Durante esta pasada semana y con el objetivo de valorar si seré capaz de emprender o no, he estado reflexionando sobre muchas de las cosas que me han pasado en estos tres años y he llegado a la conclusión de que ha llegado el momento de tomar una gran decisión en base a las conclusiones de esa reflexión:

  1. He disfrutado del “chute de ánimo” que supone ser tenido en cuenta en muchos procesos de selección y hasta incluso sentir lo que supone haber triunfado en uno, aunque la cosa duro poco pero dejando buen sabor de boca, así es que, quién sabe.
  2. He sido capaz de mantener activo este humilde Blog y hasta con un éxito interesante.
  3. He vuelto a estudiar y aunque algunos se empeñan en decir que los cincuentañeros no nos adaptamos, lo estoy haciendo muy bien y además conviviendo con adolescentes siendo para ellos lo que debo: un referente.
  4. Por fin me operé de mi maltrecha rodilla y afortunadamente y con mucho esfuerzo, la cosa ha quedado muy bien.
  5. Me he introducido en un sector totalmente nuevo para mí y he conseguido ganarme una buena imagen.
  6. Me he atrevido a participar como colaborador con los medios de comunicación de mi pueblo y de momento no he recibido ninguna crítica negativa y más importante, sus gestores están contentos con el resultado.

Es decir, de todo lo que me he atrevido a iniciar estoy saliendo airoso, entonces:

¿Por qué tengo tanto miedo a dar el paso definitivo para emprender?

Pues básicamente porque aún me sigo engañando a mí mismo creyendo que mi experiencia es suficiente para volver a ser contratado por cuenta ajena y seamos realistas, eso, además de no depender de mí, está muy lejos de la realidad imperante de falta de empleo y discriminación por la edad.

Así es que, a partir de este día y con fecha final del 31/05/16, estoy abierto a escuchar ofertas de empleo, pero dejo de buscarlo más allá de lo que supone trabajar en este blog y en las RRSS y si no me ofrecen un proyecto por cuenta ajena interesante y que me motive, habrá llegado el momento de iniciar ese proyecto que tanto tiempo lleva dándome vueltas en la cabeza y que tantas “mariposas me crea en la barriga”.

Porque como ayer me decía un buen amigo:

“Gustavo, lo tienes todo, experiencia, ganas, coraje, ilusión, formación, contactos y además, quieres trabajar con un producto único como es el Aceite de Oliva Virgen Extra, así es que, no tengas miedo y tira palante, los ingredientes de este coctel son de muy buen calidad”

Saludos y se feliz, yo seguiré por aquí!!

Personas indefendibles.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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El pasado día 01/03 asistí a una ponencia de César Bona, seguro que has oído hablar de él, es el Maestro que todos querríamos para nuestros hijos e hijas.

Inicio su intervención diciendo que él no es alguien especial  y que lo que él hace lo puede hacer cualquiera y tiene razón, pero hay algo que lo diferencia de la mayoría: su actitud y sentido común.

Lo suyo es, desde mi modesta opinión, una actitud y un sentido común que nace de una empatía pura y muy bien gestionada, porque:

¿De qué otra forma se puede actuar cuando tienes que participar en consolidar los valores que influirán en el desarrollo de la vida de cientos de personas tan distintas?

Porque los niños, como el muy bien dice, son habitantes de este planeta con derecho a ser escuchados y a opinar aquí y ahora sin necesidad de esperar a que les llegue “la madurez”.

Pero antes definamos empatía:

“Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona”.

Fíjate bien, dice: …en una realidad ajena a ella, es decir: no se es empático solo hacia las personas, también se es hacia los animales y el medio ambiente.

Por lo tanto, es muy importante saber gestionar muy bien cualquier personalidad empática, porque una personalidad empática, por muy bien que esté tener esa condición, no pienses que es algo tan maravilloso como muchos nos pintan, ya que sin un punto de egoísmo que te haga ser primero empático contigo mismo, puedes caer en el error de darle prioridad a todos y todo lo demás, influyendo tan negativamente en ti como para que te consuma emocionalmente desgastando tu equilibrio impidiéndote conseguir tus objetivos en la vida.

Voy a intentar explicarme, ser empático con un niño o una niña es lo más noble y fácil que se puede hacer, porque no hay trampa ni cartón, un niño o una niña siempre te mostrará sus emociones de una manera tan clara que, con un buen nivel de empatía, podrás descubrir casi sin equivocarte: su nivel de extroversión o introversión, ambiente familiar, capacidades, mentirijillas, etc., permitiéndote ayudarle o porque no, a usar su personalidad positiva para que ayude a los demás.

 ¿O no va de esto, de ayudarse digo, vivir en sociedad?

Sin embargo y sé de lo que hablo, para un adulto y menos en la sociedad que hemos construido, que se sustenta de cuidarse del que dirán, la hipocresía, la competitividad y la avaricia; ser empático te puede traer muchos problemas y algunos muy graves, como depresión y alguna que otra dependencia (en mi caso lo fue con la comida), por eso mucho cuidado, porque si eres empático/a y te supera, puedes salir muy mal parado/a de toda esta historia.

César Bona hablo de “las piedras” que se ha encontrado en el camino que diseño, desde el sentido común, para ser el MAESTRO que ahora es y que las más grandes, como no podía ser de otra manera, las encontró y las encuentra, entre muchos de sus propios “compañeros”, a los que definió como: PERSONAS INDEFENDIBLES.

“Compañeros” a los que no les importan los niños y las niñas, “compañeros” que viven y trabajan para hacer las cosas que les mandan sin discutir y sin tener en cuenta el resultado, porque les resulta mucho más cómoda esa zona de confort y evidentemente, “compañeros” que han intentado que él no hiciese lo que ha hecho, para no verse obligados a hacer algo que ni saben, ni quieren hacer; sin embargo, su fuerte y sólida empatía, le permitió detectar rápidamente de quien se tenía que alejar (incluso teniendo que mandar a más de uno allí a donde pica el pavo), algo de lo que muchos de los que vais a ser padres en el futuro agradeceréis, porque su labor va a influir positivamente en muchos de los MAESTROS y MAESTRAS que vuestros hijos e hijas tendrán.

En definitiva, ser empático es un don que debes cuidar y saber gestionar, porque ver un gato atropellado, a alguien tirar papeles al suelo y no te digo que en la sociedad actual consintamos que haya niños y niñas que pasan hambre, mientras otros se enriquecen con el consentimiento de nuestros lideres … pero eso son cosas que podrás «soportar» con un buen entrenamiento, primero aceptando que están fuera de tu control y segundo, aportando tu granito de arena para que otro empático aprenda a cuidar y gestionar su empatía.

Sin embargo, ante las PERSONAS INDEFENDIBLES si puedes hacer algo de forma directa y es alejarte de ellas cuanto más mejor y si no puedes hacerlo físicamente, o insisten en presionarte para que lo que hagas vaya en favor de sus intereses por encima de los tuyos o de los demás, déjale claro que sabes muy bien lo que quieres conseguir y que su manipulación nunca conseguirá nada, ya que tus objetivos y valores están muy por encima de los suyos.

Saludos y se feliz.