Malos tiempos para las emociones.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Es curioso lo que está pasando; resulta que hace unos años, no tantos como puedas pensar, no éramos muy conscientes de lo que nuestras emociones nos podían provocar y por lo tanto, no éramos capaces de ayudarnos teniendo en cuenta este importantísimo detalle.

Aunque desde niñ@s estábamos sometidos a una fuerte disciplina en los colegios, pasábamos mucho más tiempo jugando en la calle con l@s amig@s y de mayores, lo hacíamos con los colegas y amigos tomando cañas y charlando cara a cara y por supuesto, se pasaba mucho más tiempo en familia, de hecho, era casi obligatorio comer y veranear juntos.

Sin embargo y aún con todo ese tiempo disponible, en ningún momento nos preocupábamos por descubrir la influencia que las emociones tenían en cada una de nuestras reacciones e interpretaciones y menos aún, en las de los demás, de hecho, hablar de emociones o sensibilidad era una mariconada y como mucho, en relación a este tema, se decía: “los hombres no lloran, eso es cosa de mujeres”.

Pero teniendo en cuenta el desconocimiento que de las emociones se tenía, tampoco podíamos reprochar nada, de hecho, el equilibrio “lo encontrábamos”, quien lo hacía, recibiendo una «educación emocional» puramente hormonal y teológica, esto es: el cariño de mama y la disciplina de papa evitando los temas tabú y por supuesto, dejando el resto para la escuela y la religión.

Actualmente tenemos una enorme facilidad para disponer de todo tipo de información y además, tenemos la gran fortuna de poder leer y escuchar mucho sobre el tema emocional y por lo tanto, de poder saber cómo y cuánto influyen las emociones en nuestras reacciones (yo estoy convencido de que están implicadas en cada una de ellas), por lo que, en teoría, estamos mucho más preparad@s para comprender nuestras reacciones e interpretaciones y las de las personas con las que tenemos que compartir cada día y cuidado, algunas son determinantes para nuestra felicidad: pareja, hij@s, colegas, amigos, el tráfico, la cola del supermercado…

Sin embargo, seguimos sometidos a la disciplina de la escuela y del trabajo, si cabe aún más y además, con el agravante de que ya no se juega en la calle; para colmo, cuando compartimos con los amigos, estamos más pendiente de lo que nos cuentan a través de una pantalla que de los que nos quieren contar en persona y además, nuestro agotamiento emocional no nos permite escuchar y menos ayudar, a los problemas que los demás nos plantean sobre su estado,pensando que bastante tenemos con los nuestros, así es que ya no se escucha; y que decir de las familias, cada uno hace la guerra por su cuenta, salvo excepciones claro.

Ahora sí podemos reprochar muchas cosas, ya no hay escusa, tod@s tenemos la oportunidad de mejorar en este aspecto y no te exagero, hace mucha falta.

Hace unos días, uno de mis lectores me pidió que le explicase cómo se podía entrenar la empatía y la inteligencia emocional.

Pues que sirva este post como introducción para cuando escriba el que le responda, en el cual, te mostraré lo más profundo de mis reflexiones:

¿Cómo se hace para entrenar la empatía y la inteligencia emocional? (Primera parte)

Saludos y se feliz.

No hay venta sin pasión.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Muchas personas creen que vender no es algo tan difícil como algun@s otr@s decimos, porque opinan que solo se trata de ofrecer un buen producto o servicio en el mercado y esperar a que te lo compren.

Pues lamento decirles que la venta, la buena claro, es un arte para el que muy poc@s están preparad@s.

Y no quiero decir que los no preprad@s para esta dura y bonita profesión que se desarrollan profesionalmente en ella no tengan éxito en la consecución de sus objetivos ¡qué va! L@s hay que hasta están supervalorad@s en sus empresas por los éxitos que obtienen, pero estoy seguro de que todo cambiaría si no se valorase el cuanto y sí el cómo, ya que much@s de ell@s utilizan estrategias que podríamos definir como poco éticas y profesionales y además, sacrificando gran parte de su vida familiar o peor, su propia salud.

Podríamos definir muchos prerrequisitos como los mínimos necesarios para iniciarse en esta dura y bonita profesión, yo propongo el grupo P.A.S.I.O.N.:

Producto: está claro que debemos tener algo que ofrecer, pero mejor si es algo capaz de resolver un problema o atender una necesidad, con la mayor calidad posible y aun precio justo y competitivo.

Argumentación: difícilmente podremos tener éxito en nuestras carreras profesionales como vendedor@s si no usamos la argumentación como principal herramienta de trabajo, porque puede que a simple vista y por nuestro mejor precio u oferta nuestr@ client@ nos compre el producto, pero si no sabe bien lo que compra y luego surgen problemas, posiblemente l@ perdamos para siempre y sin saber muy bien porque, por lo que es más recomendable dejarle claro que está comprando, sobre todo en cuanto a su calidad y cuál es el “problema” real que con él pude resolver, porque aunque con ello corramos el riesgo de perder esa venta, dejaremos abiertas las puertas para futuras aumentando su confianza hacia nosotr@s y por ende, nuestra imagen hacia contactos futuros por el efecto boca a boca.

Salario: actualmente este es el punto en el que más empresas están fallando, a ver: señor@s empresari@s, entiendo perfectamente que las cosas no están como estaban y que da miedo abrir cada día las puertas de sus empresas por lo incierto de la economía, pero lo que menos les conviene es ahorrarse la inversión de tener a buenos profesionales en la calle y sobre todo mal pagados. No hay nada peor para un/a vendedor/a y por ende para sus negocios, que salir a la calle a negociar con clientes pensando en cómo vas a hacer para poder llegar a fin de mes, lo más probable es que el resultado final sea una venta no cerrada o peor, hecha de manera no adecuada, es decir: engañando, lo cual traerá consecuencias negativas para todos; así es que les recomiendo hagan Uds. mism@s el trabajo si no pueden pagar adecuadamente a buenos profesionales, se ahorrarán disgustos.

Implicación: está claro ¿no? Nunca vamos a conseguir disfrutar de nuestro trabajo si no nos implicamos con los valores de la empresa a la que representamos y no lo digo por su bien, ni siquiera por nuestro futuro profesional en ella; de hecho, yo viví implicado durante casi 20 años con los valores de la empresa a la que represente y al final y a través de un ERE fui despedido, pero durante esos años viví orgulloso de ser parte de ella, una actitud que me ayudo a soportar muy bien la presión a la que me sometía la consecución de los objetivos que me proponía, en definitiva, no era por ella, era por mi salud mental.

Organización: en esta profesión hay que manejar muchas variables y además hay que encajarlas muy bien con el tiempo disponible, debiendo ser lo suficientemente ágiles como para saber reaccionar ante los continuos cambios de planes que se nos plantean a diario, por lo que una buena planificación diaria y a semanas vista nos pueden ayudar a resolver muchas de esas variables inesperadas.

Negociación: evidentemente nuestros clientes no se van a conformar con la primera oferta que les hagamos y seguro que nos van a pedir algo más, que puede ser un descuento, una mejor condición en la forma de pago, un servicio urgente o porque no, una atención más personalizada, pero esto es algo que solo descubriremos tras una buena negociación y siempre teniendo como prioridad el win – win, si no, mejor dejarlo para otra ocasión.

¡Ah! Que se me olvida lo más importante ¡échale pasión! Está profesión necesita transmitir cosas y sin pasión no se transmite nada y si no, fíjate la que se ha liado con las 50 sombras de Grey.

Saludos y se feliz.

Conocer y desarrollar un oficio ¿es cuestión de edad o de actitud? (Super45+).

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Como te he comentado en alguna ocasión, estoy formándome como Técnico en Aceite de Oliva y Vino con el objetivo de ofrecer otra alternativa a mi salida del desempleo y cuanto más me introduzco en la materia, más me gusta y más me divierte el mundo del aceite y del vino y claro está, más interés muestro por todo lo que mis profesores me pueden enseñar.

Tanto es el interés que tengo por aprender todo lo que envuelve a este magnífico producto (el aceite de oliva virgen extra AOVE) que, cuando me imagino realizando las tareas propias de Maestro de Almazara, les planteo dudas a mis profesores que les son muy difíciles de aclarar con una explicación teórica y hace un par de días, mientras me imaginaba como debía actuar ante la situación de encontrarme con una pasta difícil de aceituna a la que extraerle el aceite de oliva virgen extra (AOVE), encadene una serie de preguntas a mi profesor de extracción, por cierto, un grandísimo conocedor de las excelencias de este maravilloso producto, que me tuvo que pedir calma diciéndome:

“Gustavo, calma, eso solo lo sabrás cuando domines el oficio”

Me encanto escuchar esa expresión tan castiza proveniente de un gran profesor, porque, a diferencia de lo que ocurre en el mercado laboral, este gran “profesional de RRHH” no hace conmigo ninguna discriminación por mi edad (49 años) y por supuesto, en ningún momento piensa que mi capacidad de aprendizaje y evolución positiva este limitada, él solo ve a un alumno lleno de ganas de aprender y con toda una vida profesional por delante.

Pero también y por un breve momento, ya que no me puedo despistar de mis objetivos, me hizo volver a la dura realidad de desempleo y absurda discriminación por la que estamos atravesando miles de profesionales veteran@s, de los que no solo se está desperdiciando a muy buenos conocedor@s y dominador@s de sus oficios, sino que, además, se está rompiendo la cadena lógica de traspaso de información y de la calma que necesitan para su evolución l@s profesionales del futuro.

Pero con este post no quiero dar a entender que por ser un veterano conocedor de mi oficio voy a ser mejor que cualquier joven que se inicie en él ¡no, no voy por ahí! Aunque sí me he ganado el derecho a decir que mi rendimiento va a ser mucho más rápido que el suyo.

Porque si hay algo que estoy aprendiendo en mis clases, la cuales comparto con jóvenes que van desde los 20 a los 34 años, es que el interés por aprender, la capacidad de planificación y de trabajo, la capacidad comprensiva, el orgullo por ser el mejor… y todo lo necesario para aprender y desarrollar un oficio, no tienen nada que ver con la edad y si mucho con la actitud, la cual, aunque la puedes inducir o contagiar, se tiene o no se tiene.

Yo la tengo, la induzco y la contagio ¿y tú, la tienes?

Saludos y se feliz.

¿Qué a quién contrataría yo?

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Tras la publicación de mis Post: Solo es una reflexión, pero ¿qué nos espera a los trabajadores del futuro? y Si “tu interior” dice no ¿debes aceptar un empleo por desesperación?, he recibido muchos y buenos comentarios apoyando lo que en ellos planteo, otros pidiendo alguna explicación y recientemente dos, que por supuesto no he aprobado, por ser hirientes e ir contra la sensibilidad de muchas familias y personas que actualmente lo están pasando muy mal.

La persona que los ha hecho no es alguien desconocido para mí, tuve mi  primer contacto con él cuando, tras comprobar el tirón que uno de mi post tuvo en Linkedin, me propuso trabajar para él ofreciendo vender un maravilloso producto financiero, investigue y pude comprobar que se trataba de otro de los muchos timos que hay pululando por ahí, entonces y de esto hace más de un año, le pregunté por todas las críticas que en las RRSS había sobre sus métodos y productos pero no recibí respuesta alguna, eso sí, empezó su batalla contra l@s desemplead@s acusándonos de vag@s y no sé de cuantas cosas más.

La verdad es que me había olvidado de él porque hacía tiempo que no aparecía por Linkedin, de hecho, he llegado a pensar que quizás lo hayan bloqueado por su mala educación y falta de sensibilidad.

La cuestión es que me puso verde pero me llamo la atención una pregunta que me planteó: “veo que estás estudiando algo relacionado con el aceite de oliva (por cierto, aunque según tú “soy un vago” mis notas son de sobresaliente) y me gustaría saber una cosa ¿si montases una empresa dedicado a eso a quien contratarías?”

Esta pregunta me hizo reflexionar y a la primera conclusión que llegue, por supuesto, es que a la primera persona que no contrataría sería a este personaje u otr@s de similares características, pero luego me imagine creando esa empresa con la que todos soñamos y pensé en a quién contraría, teniendo claro que no lo haría si no es en condiciones dignas, por lo que he desarrollado el siguiente perfil:

1º) Buscaría entre aquell@s profesionales con cargas familiares y sin ingresos, pudiendo ser cabezas de familia o no.

2º) Crearía un equipo equilibrado de experiencia y juventud.

3º) Valoraría sus capacidades emocionales y de entre todos, elegiría a aquell@s con las siguientes o potenciales capacidades:

  • Empátic@s.
  • Inteligentes Emocionales.
  • Creativ@s.
  • Capacidad de aprendizaje.
  • Superación
  • … ¿Se te ocurre alguna más?

¡¡Ah!! Si estás desemplead@, que nadie te manipule, no eres un/a vag@, el chantaje emocional en periodos de debilidad les funciona muy bien a l@s manipulador@s, escucha a tu sentido común.

Saludos y se feliz.

¿Merece la pena tanto esfuerzo?

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¿Cuántas veces te has planteado si merece la pena el esfuerzo que estás invirtiendo en los objetivos que te has marcado?

Como te he dicho en alguna ocasión, estoy cursando un Ciclo de F.P. de Técnico de Aceite de Oliva y Vinos y ayer, en clase, se inició un debate provocado por la difícil situación laboral a la que muchos compañer@s nos enfrentamos cada día y al que otr@s se incorporarán pronto, ya que en el ciclo compartimos clase personas de entre 19 a 49 años, edad de la que soy representante junto con mis profesior@s.

Antes de iniciarme en este apasionante mundo del aceite de oliva virgen extra y virgen, como podrás imaginar, me informe de las posibilidades que tenía ya que me planteaba varias alternativas formativas y muchas personas relacionadas con el tema, me animaron a hacerlo por pura lógica: Jaén, el primer productor mundial de aceite de oliva virgen extra y virgen.

Sin embargo, las cosas no son “tan fáciles” como aparentemente nos parecía a tod@s los que iniciamos el ciclo y tras introducirnos en este mundo del aceite de oliva virgen extra y virgen, hemos descubierto las grandes dificultades que vamos a tener para encontrar empleo en una industria muy mecanizada y en la que para conseguir empleo, necesitas más de contactos directos que de una buena formación; así es que, están surgiendo dudas entre much@s compañer@s sobre si merece la pena el esfuerzo de seguir en el ciclo o no, o si plantearse otra formación.

El caso es que este debate también me hizo dudar sobre si me merecía la pena seguir o no y para convencerme de que sí, necesite tirar de memoria para poder repasar, con la perspectiva cierta del resultado obtenido tras el paso del tiempo, aquellos objetivos que me marque y que en muchas ocasiones me plantee, si merecía la pena seguir con el empeño o no por conseguir los objetivos marcados.

Por ejemplo:

1º) ¿Mereció la pena el esfuerzo por conseguir un matrimonio solido? Han pasado casi 24 años y solo puedo decir ¡Sí!

2º) ¿Mereció la pena el esfuerzo por educar a dos niñas con fuertes valores? Han pasado 22 años y solo puedo decir ¡Sí!

3º) ¿Mereció la pena el esfuerzo por mantenerme firme en mis principios durante mis muchos años de experiencia laboral? Han pasado más de 30 años y solo puedo decir ¡Sí!

4º) ¿Merece  la pena el esfuerzo de mantener activo un blog creado desde el total desconocimiento y aprendiendo solo de errores? Han pasado algo más de 2 años y solo puedo decir ¡Sí! Son muchos los mensajes recibidos de personas que me dicen que les he ayudado.

5º) ¿Está mereciendo la pena el esfuerzo por mantenerme fuerte en la búsqueda de empleo? Han pasado 20 meses y hasta ahora solo puedo decir ¡Sí! Nunca he aprendido tanto sobre mí y sobre todo, a descubrir mi capacidad para no perder la ilusión.

En resumen y como conclusión: ¡Sí! Merece la pena todo el esfuerzo que empleemos en aquellos objetivos nobles que nos marquemos.

Saludos y se feliz.

El vendedor joven, el vendedor veterano y el Maestro (AOVE).

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El pasado viernes recibí la visita de mi consuegro, que además de nuestra relación parental también somos amigos y fíjate, puede que terminemos siendo colegas de trabajo, así es la vida, sabemos donde estamos ahora pero a saber que nos deparará el futuro.

Él es Maestro de Almazara con más de 40 años de experiencia y para mí, siendo yo estudiante de la materia y entendiendo la terminología del oficio, escucharlo hablar de su profesión es algo fantástico y más cuando participar en una conversación sobre Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE), es una actividad de la que nunca me canso, podía estar horas y horas.

Su visita no era informal, era profesional; necesitaba contar con la experiencia de un vendedor veterano con muy buena formación en Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)para que en una reunión, que concertamos en ese momento, hablase con un joven licenciado en económicas que se encuentra en Alemania haciendo un master sobre marketing y comercio internacional (ahora de vacaciones unos días), con el objetivo de intentar transmitirle los valores con los que un buen vendedor profesional se debe manejar para que disfrute con su trabajo.

La reunión se hizo ayer y duró casi cinco horas de apasionada charla sobre la profesión de vendedor y de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) y no teniendo bastaste (la cerramos a la una de la madrugada y porque “nos echaron” del bar), nos emplazamos a convocar otra para cuando él vuelva de Alemania en Agosto.

Tiene 27 años y como no puede ser de otra forma, con muchas ganas de encontrar la manera de orientar su carrera profesional… que curioso, el con 27 y yo con 49 y ambos estudiando, él para orientar su carrera profesionales y yo para reorientar la mía ¡qué vida ésta más curiosa!

Su intención es hacer una tesis sobre como conseguir aumentar el consumo del Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) en el mundo y aprovechando sus contactos en Alemania, intentar abrir mercado allí para ganarse un dinerillo y quién sabe, igual hacer de ello su profesión.

La cuestión es que, como la inmensa mayoría de consumidores, él tampoco sabe mucho sobre las maravillas que el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) no ofrece y aún menos, de cuáles deben ser los puntos que un aspirante a vendedor debe tener en cuenta para empezar en esta fantástica profesión y claro está, a cómo debe usarlos para mantenerse en ella disfrutando.

Y para eso fue para lo que mi consuegro me necesitaba, él, por la relación que tiene con el padre del chaval, le tiene mucho aprecio y él, le ha explicado todo lo que un Maestro de Almazara experto puede enseñar sobre la extracción y virtudes del Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE), pero él no es vendedor y no podía aclararle las muchas dudas que el joven le planteó sobre la venta, entre otras: a cómo provocar un acto de venta, a cómo argumentar, a cómo manejar una negociación, a cómo detectar el momento de cerrar esa negociación y a cómo manejar la postventa.

Imagínate lo que para mía suponía esa invitación: conversar sobre mi profesión (vendedor)  con un joven que humildemente reconoce sus déficits y que inteligentemente pide ayuda a la voz de la experiencia, y además, planteada para vender el único producto agrícola que en su proceso industrial es tratado solo con procesos mecánicos, sin productos químicos y sin aplicarle temperatura y del cual, cuanto más sé más me apasiona: el  Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE).

Como te he dicho, fueron cinco horas de charla y solo pude convencerle de dos de los muchos puntos que un vendedor profesional debe saber manejar para disfrutar con su trabajo: la paciencia y la empatía en completo equilibrio con la Inteligencia emocional.

Y no porque él no crea en los grandes beneficios de esas capacidades humanas, pero no me resultó fácil convencerlo de ello, el motivo, según me dijo, pues que tal y como estamos educando y formando a nuestros jóvenes, esas capacidades están atrofiadas.

En agosto te contaré el resultado de nuestra próxima reunión, la de un joven, un veterano y un Maestro, nada nuevo, más bien lo de toda la vida, la de antes claro, la de ahora va por otro camino del que no gusta lo que veo por los arcenes.

Saludos y se feliz.

Cómo controlar la desesperación durante el desempleo.

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

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Los comentarios que ha provocado mi post: Si “tu interior” dice no ¿debes aceptar un empleo por desesperación? me han hecho reflexionar sobre muchas cosas y una de ellas, ha sido la de identificar una serie de perfiles de desemplead@s por circunstancias personales (otro día los compartiré contigo para comprobar si coincidimos en el análisis), para entender porque cada un@ tiene un grado de desesperación distinto en la búsqueda de empleo, en función de esas circunstancias que nos puedan hacer aceptar la primera oferta de empleo, por mala que sea, en la que nos seleccionen.

La cuestión es que de una manera u otra y sobre todo con el paso del tiempo, ese grado de desesperación va en aumento y creciendo si en casa no entra ningún ingreso vía sueldo o negocio (no me quiero ni imaginar lo que tiene que ser no tener ningún tipo de ingreso).

Valga como ejemplo que hoy estoy despierto desde las 3:30 de la madrugada por culpa de mi subconsciente negativo, ese que mientras dormimos está fuera de control y no nos permite conciliar el sueño por la acumulación de problemas, que en mi caso y afortunadamente he de decir, “solo” es el desempleo y el temor al futuro si está situación se mantiene durante mucho más tiempo.

Pero claro ¿qué sería de mí en estas circunstancias si no tuviese algo en lo que ocupar mi mente durante el día?

Seguramente perdería el control de mis emociones y no solo por el cansancio, ya que si no ocupo mi mente en otras cosas, aparte de buscar empleo, seguramente mi desesperación iría en aumento afectando a mi salud mental, ambiente familiar, relaciones personales y claro está, en la búsqueda de empleo.

Puede que te preguntes que he hecho cuando al despertarme a esa hora (me ha pasado muchas más veces) he sido consciente de que no me iba a volver a dormir por la inercia de mis pensamientos negativos, pues afortunadamente, aparte de tener muy desarrollada mi Inteligencia Emocional, tengo muchas actividades con las que ocupar mi mente y una de ellas, es la de estar cursando un ciclo de F.P. de Técnico de Aceite de Oliva y Vino; así es que, me he levantado y me he puesto a repasar el examen con el que hoy hemos inaugurado este trimestre, el cual, me ha salido casi perfecto (apostaría a que de 10, ya te diré); bueno, pues esta actividad y el resultado que sé que voy a obtener en el examen, me han devuelto a mi sitio, ese en el que sé que nada de lo que me está pasando es culpa mía y que solo necesito que se den las circunstancias que se han dado en otr@s para que llegue mi momento.

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Pero este ciclo de F.P. lo inicié en septiembre del 2014, entonces ¿qué he hecho durante los meses anteriores hasta esa fecha desde el mes de abril/13 que caí en las garras del desempleo?

Pues tampoco he parado, además de buscar empleo sin descanso, no he dejado de pensar en alternativas y de investigar que salidas profesionales puedo adoptar; por fin me he intervenido quirúrgicamente de una rodilla, perfectamente por cierto, que tenía pendiente desde hace años y que pospuse por no darme de baja en la empresa (no me digas nada, ya lo sé), pero una de las actividades que más me está ayudando es mi Blog.

En definitiva y lo que hoy te quiero transmitir: la desesperación la vas a tener porque vivir con este miedo al futuro es lo que tiene, pero perder el control de tus emociones por falta de actividad orientada a resolver tu futuro profesional, solo te va a llevar a acumular más desesperación y grandes posibilidades de cometer grandes errores, pero sobre todo, a incrementar la impresión de que ya no sirves para nada

¡¡Ánimo y muévete, es por tu salud mental!!

Saludos y se feliz.