Educación “hormocional” cruzada (II)

¡¡Bienvenida o Bienvenido a mi Blog!!

Tal y como expuse en la primera parte de mi entrada sobre el tema que estoy compartiendo contigo; todos aquellos acontecimientos me llevaron a una gran reflexión que ha marcado la felicidad de mi vida; máxime, cuando la comparto con la misma mujer desde hace 30 años y si cabe, no solo no hemos perdido la pasión, sino que la hemos ido aumentando con el paso del tiempo; además, esta relación trajo al mundo a dos maravillosas niñas sanas, hoy unas  mujeres excepcionales en su formación académica y sobre todo, de valores ¡No! No pienses que es muy difícil o que hay que hacer muchos sacrificios; bueno, alguno si pero te equivocas si lo exageras, es más fácil de lo que parece, solo se trata de empatía, inteligencia emocional y educación “hormocional” cruzada.
Si recuerdas mi anterior entrada, te decía que tuve que manejar muchas reprimendas por mí, según las chicas, falta de sensibilidad durante los preparativos de mi Boda y era algo en lo que coincidían todas, aquello me hizo preguntarles ¿Cómo les gustaría que nos comportásemos los hombres en estos casos? Una de ellas, que se casaba unos meses más tarde que nosotros, dijo: “¡¡Sois todos iguales!! Al mío también le pasa”; al meditar su respuesta, caí en la cuenta de que en mis conversaciones masculinas sobre mujeres, todos coincidíamos en que son todas iguales, que no hay quien las entienda y que son muy variables.
Aquellas dos visiones tan distintas sobre nuestros comportamientos, me hizo imaginarme con una línea recta lo que las mujeres piensan de los hombres y con una ondulada, lo que los hombres piensan de las mujeres y me pregunte ¿En que coincidimos? Mentalmente superpuse las líneas y pude ver que, aunque ambos sexos estamos “obligados” a tener una vida en común, son muy pocos los puntos coincidentes y teniendo en cuenta el resultado de muchos matrimonios de mi alrededor, me propuse anticiparme y encontrar soluciones.
   Aquí es cuando empecé a investigar sobre que quieren las mujeres de los hombres, que queremos los hombres de las mujeres y que nos empuja a buscarnos si somos tan distintos; está claro ¿O no? Desde mi punto de vista no podemos olvidar que el sexo y la procreación, tiene mucha culpa pero no somos criaturas que van con taparrabos y que se enamoran a tortazos, hay que llegar a acuerdos y para empezar; cómo no, voy a ofrecer primero para recibir después; fue entonces cuando le pedí a mi novia que estructurase y argumentase lo que quería de mí y le propuse que pasado un tiempo, yo haría lo mismo con ella; así es como ambos nos iniciamos en la “educación hormocional” cruzada, una actividad que aún hoy en día mantenemos y que nos ha ayudado mucho en la educación de nuestras hijas.
  En la próxima entrada seguiré compartiendo contigo, los beneficios de esta técnica autoeducativa para la pareja y cómo es su aplicación.

Saludos y se feliz.

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